Después de superar un fin de semana de dudas, desconcierto y fuertes diferencias, la alianza entre el macrismo y el peronismo disidente decidió ayer votar en contra del adelantamiento de las elecciones nacionales "de octubre a junio" que propone la Casa Rosada. Se unió así al rechazo que ya anticiparon la UCR, la Coalición Cívica y el Socialismo a la iniciativa que la presidenta Cristina Kirchner remitió anoche a la Cámara de Diputados y que empezará a ser discutida esta tarde en la Comisión de Asuntos Constitucionales.
A ese pronunciamiento se sumó el anuncio de Solidaridad e Igualdad, un grupo de ex aliados de Elisa Carrió, y del porteño Claudio Lozano de que se abstendrán en la sesión especial prevista para mañana.
De esta manera, unos 113 diputados kirchneristas y una veintena de legisladores aliados al oficialismo cargarán con la responsabilidad de aprobar el proyecto y girarlo en revisión al Senado, donde el oficialismo pretende darle sanción definitiva la semana próxima.
La coincidencia de la gran mayoría del arco opositor en su rechazo a la jugada del matrimonio Kirchner abre un nuevo escenario que deja al oficialismo del Congreso con una mayoría muy ajustada para tratar de ofrendarle a la Casa Rosada la victoria legislativa que espera.
Hasta ayer, las cuentas le daban al kirchnerismo 134 votos seguros, apenas cinco por encima de la mayoría absoluta de la Cámara baja (129 votos positivos) que exige la Constitución para modificar el régimen electoral. No obstante, el jefe de esa bancada, Agustín Rossi (Santa Fe), afirmó que iba a contar "con 140 votos" cuando el proyecto ingrese en el recinto.
Mientras tanto, el texto dictado en Olivos por el matrimonio Kirchner empezará a ser discutido esta tarde, a las 16, en la Comisión de Asuntos Constitucionales, en la que el kirchnerismo cuenta con una holgada mayoría para firmar el dictamen y así poder habilitar la sesión especial pedida para las 11 de mañana.
En el Senado, la iniciativa sumó tres nuevos rechazos con el pronunciamiento del bloque de Carlos Reutemann, Santa Fe Federal, y de la peronista disidente Hilda González de Duhalde (Buenos Aires). De todas maneras, los números siguen favoreciendo al kirchnerismo, que contaría hasta ahora con 40 votos seguros para sancionarla, una vez que la apruebe la Cámara baja.
La iniciativa rubricada ayer por Cristina Kirchner es, como mínimo, atípica, si se toma en cuenta que en su articulado se incluyen conceptos que deberían formar parte de sus fundamentos. Así, en su primer artículo, fija "por única vez y con carácter excepcional, en virtud de la profundidad y extensión de la crisis económica internacional, el día 28 de junio de 2009 como fecha para las elecciones" legislativas de medio término, que, según la ley vigente que se pretende modificar, deberían realizarse el 25 de octubre. En este turno se eligen 129 diputados en todo el país y 24 senadores en ocho provincias.
La otra clave del proyecto está en el artículo 6, en el cual se suspende "por única vez" el plazo para la convocatoria previsto por el Código Nacional Electoral. Así, el Gobierno se exime de cumplir con los 90 días de antelación que exige la norma.
En un anexo, se estipula el nuevo cronograma electoral que surgirá de la modificación propuesta por la Casa Rosada, según el cual el 28 de abril será la fecha límite para la constitución de alianzas. Al día siguiente se habilita el inicio de la campaña electoral, que sólo podrá trasladarse a los medios de comunicación a partir del 27 de mayo próximo.
Lo que parecía una holgada victoria oficialista sufrió ayer una leve modificación, que, si bien no debería conmover a la Casa Rosada, obligará a Rossi a extremar recaudos para no perder votos.
El cambio de escenario comenzó con la definición del conglomerado conformado por el macrismo y el peronismo disidente de su rechazo a la iniciativa. "Hemos decidido rechazar la idea de que para salir de la crisis haya que maltratar a las instituciones", anunció el titular del bloque Propuesta Republicana (macrismo), Federico Pinedo. Fue el resultado de una jornada de tensas negociaciones para saldar la diferencia de criterios que el sector, en particular los peronistas disidentes Francisco de Narváez y Felipe Solá, habían mantenido durante todo el fin de semana en torno a la propuesta lanzada por el Gobierno.
Para forzar la imagen de unidad, el pronunciamiento estuvo acompañado del anuncio de la conformación de un nuevo interbloque, llamado Federal, que contará con 34 legisladores. Todos votarán en contra.
Pocos minutos después se sumó el anuncio de SI (Solidaridad e Igualdad, ex miembros de ARI, de Elisa Carrió), del diputado Claudio Lozano (Proyecto Sur), de que se abstendrán al momento de la votación. Se trata de ocho votos con los que no podrá contar el kirchnerismo.
Miembros de este sector son los dos representantes de ARI de Tierra del Fuego, que discutían anoche los pasos por seguir. Se especulaba con que apoyarían al Gobierno, sobre todo después de haber recibido la provincia, en medio de una fuerte crisis financiera, un aporte de 35 millones de la Casa Rosada. Sin embargo, la abstención dispuesta por sus socios de interbloque podría otorgarles una salida decorosa.
*FUENTE: lanacion.com.ar – 17/03/2009
A ese pronunciamiento se sumó el anuncio de Solidaridad e Igualdad, un grupo de ex aliados de Elisa Carrió, y del porteño Claudio Lozano de que se abstendrán en la sesión especial prevista para mañana.
De esta manera, unos 113 diputados kirchneristas y una veintena de legisladores aliados al oficialismo cargarán con la responsabilidad de aprobar el proyecto y girarlo en revisión al Senado, donde el oficialismo pretende darle sanción definitiva la semana próxima.
La coincidencia de la gran mayoría del arco opositor en su rechazo a la jugada del matrimonio Kirchner abre un nuevo escenario que deja al oficialismo del Congreso con una mayoría muy ajustada para tratar de ofrendarle a la Casa Rosada la victoria legislativa que espera.
Hasta ayer, las cuentas le daban al kirchnerismo 134 votos seguros, apenas cinco por encima de la mayoría absoluta de la Cámara baja (129 votos positivos) que exige la Constitución para modificar el régimen electoral. No obstante, el jefe de esa bancada, Agustín Rossi (Santa Fe), afirmó que iba a contar "con 140 votos" cuando el proyecto ingrese en el recinto.
Mientras tanto, el texto dictado en Olivos por el matrimonio Kirchner empezará a ser discutido esta tarde, a las 16, en la Comisión de Asuntos Constitucionales, en la que el kirchnerismo cuenta con una holgada mayoría para firmar el dictamen y así poder habilitar la sesión especial pedida para las 11 de mañana.
En el Senado, la iniciativa sumó tres nuevos rechazos con el pronunciamiento del bloque de Carlos Reutemann, Santa Fe Federal, y de la peronista disidente Hilda González de Duhalde (Buenos Aires). De todas maneras, los números siguen favoreciendo al kirchnerismo, que contaría hasta ahora con 40 votos seguros para sancionarla, una vez que la apruebe la Cámara baja.
La iniciativa rubricada ayer por Cristina Kirchner es, como mínimo, atípica, si se toma en cuenta que en su articulado se incluyen conceptos que deberían formar parte de sus fundamentos. Así, en su primer artículo, fija "por única vez y con carácter excepcional, en virtud de la profundidad y extensión de la crisis económica internacional, el día 28 de junio de 2009 como fecha para las elecciones" legislativas de medio término, que, según la ley vigente que se pretende modificar, deberían realizarse el 25 de octubre. En este turno se eligen 129 diputados en todo el país y 24 senadores en ocho provincias.
La otra clave del proyecto está en el artículo 6, en el cual se suspende "por única vez" el plazo para la convocatoria previsto por el Código Nacional Electoral. Así, el Gobierno se exime de cumplir con los 90 días de antelación que exige la norma.
En un anexo, se estipula el nuevo cronograma electoral que surgirá de la modificación propuesta por la Casa Rosada, según el cual el 28 de abril será la fecha límite para la constitución de alianzas. Al día siguiente se habilita el inicio de la campaña electoral, que sólo podrá trasladarse a los medios de comunicación a partir del 27 de mayo próximo.
Lo que parecía una holgada victoria oficialista sufrió ayer una leve modificación, que, si bien no debería conmover a la Casa Rosada, obligará a Rossi a extremar recaudos para no perder votos.
El cambio de escenario comenzó con la definición del conglomerado conformado por el macrismo y el peronismo disidente de su rechazo a la iniciativa. "Hemos decidido rechazar la idea de que para salir de la crisis haya que maltratar a las instituciones", anunció el titular del bloque Propuesta Republicana (macrismo), Federico Pinedo. Fue el resultado de una jornada de tensas negociaciones para saldar la diferencia de criterios que el sector, en particular los peronistas disidentes Francisco de Narváez y Felipe Solá, habían mantenido durante todo el fin de semana en torno a la propuesta lanzada por el Gobierno.
Para forzar la imagen de unidad, el pronunciamiento estuvo acompañado del anuncio de la conformación de un nuevo interbloque, llamado Federal, que contará con 34 legisladores. Todos votarán en contra.
Pocos minutos después se sumó el anuncio de SI (Solidaridad e Igualdad, ex miembros de ARI, de Elisa Carrió), del diputado Claudio Lozano (Proyecto Sur), de que se abstendrán al momento de la votación. Se trata de ocho votos con los que no podrá contar el kirchnerismo.
Miembros de este sector son los dos representantes de ARI de Tierra del Fuego, que discutían anoche los pasos por seguir. Se especulaba con que apoyarían al Gobierno, sobre todo después de haber recibido la provincia, en medio de una fuerte crisis financiera, un aporte de 35 millones de la Casa Rosada. Sin embargo, la abstención dispuesta por sus socios de interbloque podría otorgarles una salida decorosa.
*FUENTE: lanacion.com.ar – 17/03/2009